martes, 20 de octubre de 2009


El verano no sólo supone relajo y buen tiempo, sino también un período de constante y profunda agresión al pelo. Los principales responsables son el sol, el cloro de las piscinas y el agua de mar, que alteran su propia estructura, compuesta por queratina, proteína que le da fuerza y flexibilidad; el córtex que es la parte interna, y la cutícula o capa externa cuyas escamas lo recubren y protegen de las agresiones ambiente. El problema surge cuando estas escamas se deterioran, dejando al pelo desprotegido y mucho más vulnerable. Y precisamente eso es lo que ocurre durante el verano.
El sol abre las escamas de la cutícula, lo que hace que dejen de reflejar la luz y el pelo pierde brillo. A nivel interno, ataca la queratina y altera la melanina, degradando el color. Y por último aumenta la evaporación de los cabellos mojados, lo que se traduce en una mayor deshidratación.
Durante las vacaciones el pelo también está más expuesto al agua, lo que también tiene consecuencias. Se sabe que un cabello sumergido en agua pierde una importante cantidad de proteínas. Si es salada además se reseca, y si tiene cloro se decolora.
Nelson Tangol, peluquero (Tangol Studio 219 9493), explica que el principal efecto es la oxidación capilar. Es decir, la cutícula se abre y se altera el tono. Como resultado, el pelo se aclara, se pone áspero y poroso, se ve opaco y pierde flexibilidad. "También puede haber deshidratación, que se evidencia por las puntas partidas; destrucción de la capa lipídica encargada de proteger, y alteraciones en la queratina".
Aclara que especialmente deteriorados resultan los cabellos que tienen algún tratamiento químico. De ahí que durante el verano un pelo tinturado se seque, pierda su color original y el brillo, y sea más difícil de manejar. Advierte que junto con el sol y el cloro hay que considerar las agresiones que ejercemos nosotros mismos con el exceso de lavados, peinado o uso del secador. Esto, porque las fricciones que se producen también deterioran las escamas de cutícula, que se levantan y desordenan.
Reparar en 3 pasos
Conscientes del mal estado en que queda el pelo tras las vacaciones, es hora de revertir el daño utilizando los productos adecuados y siguiendo los consejos de los expertos.
HIDRATAR: La primera recomendación es evitar los lavados con agua muy caliente, y siempre enjuagarlo bien para que no queden residuos. También afecta la frecuencia con que el cabello es sometido a procesos químicos. "El ideal es que los cambios de color o textura sean realizados con el mayor intervalo posible, y por manos expertas, que sepan fortalecer el pelo antes". En cuanto a productos, se sugiere el uso de champúes y acondicionadores con agentes hidratantes, que hacen que las escamas superficiales del pelo se acomoden, mejorando la textura. Nelson Tangol aconseja ir alternando estos productos con los de uso habitual. "El tratamiento debe proseguir durante un par de meses, hasta que se acaben los productos hidratantes. Y a partir de ahí se debe continuar con el cuidado que se le daba antes al pelo". Como complemento se recomienda el uso semanal de cremas o masajes para cabellos secos y/o maltratados. Éstas contienen moléculas de agua capaces de penetrar en el interior de la fibra capilar.
NUTRIR: En este caso es tan importante el uso de productos adecuados como el seguir una dieta equilibrada, ya que la falta de vitalidad del pelo se relaciona también con los nutrientes perdidos. Se recomienda el uso de champúes que contengan vitaminas antioxidantes, capaces de fortalecer la fibra capilar, de eliminar la oxidación existente y restaurar el equilibrio del cabello. Nelson Tangol explica que también son útiles los tratamientos nutritivos profundos, ya sea con mascarillas o ampollas. "No sólo aportan nutrientes, sino que también ayudan a recuperar la flexibilidad general del pelo". Se aconsejan productos con queratina, que repara y rellena la estructura capilar, y polímeros de silicona, capaces de recubrir el cabello de una película protectora frente a factores climáticos. Otra valiosa ayuda es la de los tratamientos profesionales en el salón. A partir de un acabado diagnóstico capilar, el estilista puede realizar rituales específicos para cada necesidad, o bien hacer tratamientos con calor húmedo y/o seco. 'Uno que da muy buenos resultados es la cauterización con chocolate, donde se utiliza extracto de cacao, queratina y aminoácidos para restaurar la fibra capilar y de ese modo recuperar la salud de todos los tipos de pelo".
DAR BRILLO: Para que el pelo brille es esencial que las escamas que recubren cada hebra estén cerradas y en perfecta alineación, de lo contrario no pueden reflejar la luz y el pelo no brilla. Para eso es importante proteger la salud de la cutícula, y es ahí donde los acondicionadores resultan clave. Al depositar sus activos a lo largo del cabello, el acondicionador va alisando la cutícula y de a poco se restablece su capacidad para reflejar la luz. Además, este tipo de productos también puede contribuir a reponer el contenido de agua y lípidos de la capa externa del pelo, asegurando un efecto cosmético de suavidad, ayudando a desenredar y reduciendo la electricidad estática. Si el objetivo es recuperar el brillo del pelo también es importante evitar factores que lo sensibilizan, como mucho aire caliente del secador.

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